jueves, 12 de enero de 2012

Mientras esperas... Una gran lección

A veces como papá intento enseñarle muchas cosas a mi hija, intento compartirle conocimientos y experiencias que viví para que ella no vaya a tener graves problemas o grandes angustias como las que quizás pasé inevitablemente debido a mi necedad de no querer escuchar a mi papá y a mi mamá que muchas veces intentaron hacer lo mismo. Ojo cabe decir que tampoco es que no le haya hecho caso en nada de lo que me dijeron, algo aprendí, por eso no me va tan mal de alguna manera todo se convierte en lección.
No sé si es la edad o la circunstancias pero ahora todo en mi vida se vuelve una lección es por eso que me gusta escribir y compartirles lo que aprendo.
Pero esta vez la lección viene de mi hija, viene de esa sabia sencillez que tienen los niños al vivir y espero que con el tiempo no lo olvide. He aquí que puedo sacar otra conclusión los grandes maestros no son aquellos que desean serlo, sino aquellos que viven y comparten lo vivido.
Mi hija se llama Barbara y en su juego me enseño que si quieres aprender algo, lo primero que tienes que hacer es divertirse con la caída, no darle importancia y mientras tanto sin pensarlo mucho levantarse por tienes que alcanzar tu meta.
Simple ¿verdad?, pero me pareció tan sabio.